Casa de niños: Educación Infantil de 3 a 6 años

Aprender es una necesidad natural, por eso educamos para el descubrimiento.

Al tocar, experimentar y explorar, los conocimientos se consolidan de forma más significativa. No se memorizan respuestas. Los niños y niñas exploran, plantean preguntas, prueban y reflexionan sobre el entorno.

Además, integramos la vida real en el aula. El ambiente preparado y la libertad con límites permiten desarrollar atención sostenida, control emocional y fortalecen habilidades para la vida. El foco está en formar personas creativas, responsables y con pensamiento independiente, no solo estudiantes obedientes.

Al ser protagonista de su aprendizaje, el niño o niña crece con una sensación de capacidad real.

El niño no es un vaso que hay que llenar, sino una fuente que hay que dejar brotar.

María Montessori

Casa de niños: Educación Infantil de 3 a 6 años

Aprender es una necesidad natural, por eso educamos para el descubrimiento.

Al tocar, experimentar y explorar, los conocimientos se consolidan de forma más significativa. No se memorizan respuestas. Los niños y niñas exploran, plantean preguntas, prueban y reflexionan sobre el entorno.

Además, integramos la vida real en el aula. El ambiente preparado y la libertad con límites permiten desarrollar atención sostenida, control emocional y fortalecen habilidades para la vida. El foco está en formar personas creativas, responsables y con pensamiento independiente, no solo estudiantes obedientes.

Al ser protagonista de su aprendizaje, el niño o niña crece con una sensación de capacidad real.

El niño no es un vaso que hay que llenar, sino una fuente que hay que dejar brotar.

María Montessori

Casa de niños: Educación Infantil de 3 a 6 años

Aprender es una necesidad natural, por eso educamos para el descubrimiento.

Al tocar, experimentar y explorar, los conocimientos se consolidan de forma más significativa. No se memorizan respuestas. Los niños y niñas exploran, plantean preguntas, prueban y reflexionan sobre el entorno.

Además, integramos la vida real en el aula. El ambiente preparado y la libertad con límites permiten desarrollar atención sostenida, control emocional y fortalecen habilidades para la vida. El foco está en formar personas creativas, responsables y con pensamiento independiente, no solo estudiantes obedientes.

Al ser protagonista de su aprendizaje, el niño o niña crece con una sensación de capacidad real.

El niño no es un vaso que hay que llenar, sino una fuente que hay que dejar brotar.

María Montessori

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